Me mantuve en mi posicion respetuosa por unos segundos , cuando entro un sujeto peliverde que , en su espalda , portaba una de las siete espadas legendarias de Kirigakure. La Samehada.
Me di vuelta y me sente con las piernas cruzadas en el suelo. Con mi mano derecha sostenia mi cabeza que apoyo todo su peso en ella.
La espada Samehada , que sabor tendra... pescado?
Pense de un momento a otro , mientras que Certix se veia asombrado por dicha arma.
Luego de que esto ocurriese , la mizukage se acerco con una espada doble cubierta en vendajes. La verdad que no era mi estilo el usar Kenjutsu , pero podria aprender. Una ves aceptada comence a mirarla de reojo. Disimuladamente acerque la espada a la boca de mi mascara , para luego abrir el cierre que estaba sobre ella dejando ver mis dientes blancos como la nieve. Intente morder la espada y pasar la lengua sobre ella.
Luego de sentir un sabor bastante extraño , entre el hierro y agua con una pizca de nueces , hice una mueca de disgusto y aleje la espada para luego cerrar el cierre.
Obviamente el gusto no era bueno , y no lo volveria a intentar.
Sorpresivamente un nuevo ninja entro a la sala. Sinceramente me caia bien , ya que no respetaba en lo mas minimo a sus superiores , igual a mi.
Entro fuertemente y lanzando un poco de confeti.
Me acerque mientras el confeti caiga e hice una pose bastante ridicula para "apoyar" al recien llegado.
Luego de unos segundos en dicha posicion , recupere la compostura y volvi a sentarme en la silla en la que , en un principio , estaba sentado.
Comence a observar la piel de la Mizukage , la cual se iluminaba con la luz del sol que entraba por la ventana.
Desde los costados de mi ojo descubierto , comenzaron a extenderce unas venas negras por toda mi sien izquierda.
Intente disimularlo mientras tapaba este ojo con una de mis manos asta que paso el efecto.
Tenia hambre , y aquella sensacion era una tortura. Necesitaba comer rapidamente antes de cometer una locura.

Mis pensamientos me carcomian. Solo lograba alcanzar el sabor y sensacion de la carne entre mis dientes. Debia controlarme , tenia que hacerlo. Si no fuera de esa forma , cometeria una locura y las cosas en aquella habitacion se pondrian bastante feas.
Me levante bruscamente mientras lo demas hablaban de algun tipo de movimiento tactico o algo asi. La verdad es que no les preste mucha atencion. Me acerque a la puerta y rapidamente me dirigi hacia la cocina mas cercana.
Una ves alli , me saque mi mascara para poder respirar mejor. Mi cara sudaba demasiado , tanto que me costaba habrir los ojos.
 Carne , Carne , Carne , Carne , Carne , Carne , Carne... CARNE!!!
Grite desesperado , mientras que me acercaba a una bebida que estaba sobre la mesa. Tenia un olor  tan familiar y tranquilizador , que no puede resistirme.
Tome el vaso y , sin titubear , bebi todo el liquido asta que no quedara mas.
Estaba en lo cierto , era cafe. No era muy bueno , pero por el momento calmaria mi hambre. Debia volver a la oficina del mizukage para escuchar su plan de batalla. Por si acaso , tome una tasa tamaño cañon (el triple de lo normal) y volvi a la sala.
Una ves alli  ya con la mascara puesta otra ves , pero con el cierre abierto para poder tomar el cafe , me dispuse a escuchar la propuesta de imvasion.
Me encogi de hombros para luego asentir , estaba de acuerdo.

Hambre, esa fue la primera sensación que vino a la mente del peliverde tras ver como el muchacho de la máscara intentaba morder su nueva adquisicion, algo verdaderamente extraño. Por su parte llevaba demasiado sin devorar un nuevo contenedor y el dolor agudo que continuamente recorría sus huesos se le hacia insufrible, debía contenerse y mantener la normalidad, simplemente esperar a que alguien con mala suerte se le cruzase en su camino. Más ahora un nuevo camarada se uniria a nuestra causa, tomando en su poder a una de las armas que más cuidado le tuvo en sus días de Mizukage. * Curiosa estampa... Cuántos espadachines de los cuales desconocía* El simple hecho de estar frente a otros que podrian ser grandes en el manejo del kenjutsu, hacia soportable el dolor constante que sufría el peliverde. Pero aquello se convirtió algo más que en una simple reunión matutina, la Mizukage quería llevar a cabo algo grande por lo cual se recordase en la historia nuestra aldea, en resumen, expandir Kirigakure a gran escala. Para cuando Zoro fue a apoyar la propuesta, el joven que portaba la Shibuki se alzó, con un discurso tal que parecía estar al frente de un batallón a punto de chocar de frente con el enemigo. No le faltaba motivación, al igual que el peliverde que mostraba desde ya su interés. - Sí... Algo ambicioso quizás, pero bueno, donde estaría la emoción sí no lo fuera JAJA - Comentaba Zoro riéndose finalmente a carcajada abierta. Aún recordaba como había pateado el trasero del líder de Akatsuki en Suna, le traía muchos recuerdos, le traía emoción también el regresar algún día a ese lugar y conquistarlo como nunca fue capaz.


Pv: 10
Ck: 1600

Durante su presentacion se percato que alguien mas seguia su y le sonrio inmediatamente escucha las palabras de la mizukage y ve que dirige aun rincon de la oficina y saca un objeto vendado por unas telas el tamaño de aquel objeto era mas grande q el de la mizukage pero no le era dificil moverla, aunq cubiertas con sus vendas se podia percatar que era una espada al momento de entregarsela pronuncia su nombre Kubikiribōchō aquella espada estaba hecha para ascesinar la decapitadora de cabezas sus anteriores dueños eran conocidos por ser sanguinarios, aquella espada era conocida por ser amante de la sangre despues de todo estase regeneraba al entrar en contacto con la sangre, aquella espada no venia sola sino tambien con un deber y una obligacion servir y proteger kirigakure, a continuacion la mizukage saca un mapa en donde estaban marcadas las cinco aldeas principales, como las de menor importancia, mientra la kage nos comenta su plan de conquistar aquellas aldea y que esten bajo nuestra tutela, despues de aquellas palabras unos de los shinobi asintio bastante entusiasmado mientra aquel poseia una mascara encogia sus hombro para luego aceptar, como si aquello no le interesase demasiado despues aquel hombre peliverde tambio asintio practicamente igual de entusiasmado que el primero solo quedaba esperar la respuesta de sting el unico no habia esbosado una palabra-Expandir nuestra cultura hacia las demas aldea es algo interesante, asique cuente conmigo, mientra aya aquien matar y algo que romper yo la seguire-

Todo parecía decidido, ya no había vuelta atrás en nuestra invasión mundial. La mizukage tomo algunas de sus cosas y encamino su salida por la puerta principal, quería que fuésemos en grupo, así que le tocaría moverse más de lo normal al peliverde que solía viajar con su barco volador a todos lados, siempre que no usara la dimensión Kamui claro. * Supongo que será más seguro ir en grupo ahora que estoy algo debil, nunca se sabe * Pensaba Zoro mientras su cuerpo de hacia aparentemente intangible e iba traspasando el suelo de la habitación hasta desaparecer por completo. Puesto que la Mizukage impuso el orden de pata, no se aprobecharia demasiado de su movilidad, simplemente apareceria fuera del edificio principal a la espera de que todos saliesen para acompañarles en sus andares.


Pv: 10
Ck: 1950

La mizukage salio rapidamente de la oficina , dejandonos a los demas en ella. Luego la siguio el peliverde que sorprendentemente transpaso el suelo.
Me encogi de hombros , y coloque mis manos en los bolsillos de mi pantalon de cuero para luego , dirigirme hacia la entrada de Kirigakure y comenzar con la mision de conquista.
Al llegar a la puerta , hice una ridicula vuelta para buscar la espada que me habian dado hace unos momentos y el cafe al que ya le quedaban tres cuartos. Aun tenia el cierre de mi mascara abierto para seguir tomandolo , asi que no debia olvidarlo. Luego volvi a pasar por la puerta y solamente dejar atras el tintineo de mis borcegos.

Al ver que la mizukage salia por aquella puerta y el peliverde de zoro desaparecia traspasando el suelomientras los demas seguian a dio yo agarre mi espeda entregada por esta y la segui por aquella puerta

El Zabimaru entró reptando por la ventana y salí de su boca activando el Sharingan, acercándome y revisando varios papeles, archivos y demás documentos. -No hay gran cosa, pero parece que fue el anterior Mizukage... Y tiene registros de varias técnicas únicas...- Me volví a meter en el Zabimaru saliendo de la oficina. -Hay pocas cosas que puedan hacer algo semejante... ¿Será acaso...?- Empecé a darle órdenes al Gedou Mazou, el cual se preparaba para emprender camino.







• Zabimaru indetectable.