Comenzó a dirigirse al lugar de destino con mera paciencia y yendo de una manera bastante lenta. Al notar el tiempo que pasó y aún no había hecho nada del camino, comenzo a saltar de casa en casa de la aldea para desplazarse con mayor movilidad hacia el destino. El hyuuga se aburrió al de unos minutos de estar por techo en techo, así que paro un poco y siguió yendo por las calles normalmente. Apreciaba el camino, a toda la gente pasar. Se cruzó con un restaurant de ramen, por lo que decidió parar para llevarse un ramen en el camino. El hombre que atendía el lugar ya conocía a Meliodas e interrogó sobre el paquete que llevaba encima, así que tuvo que contarle como llego a eso. Sin perder más tiempo, termina rápidamente su ramen y comienza a ir los más rápido posible. En cuestión de unos diez minutos, o quizás más, llego al lugar. Al ver la casa donde vivía esta persona ser sorprendió un poco por lo mal cuidada que estaba. Tocó puerta y finalmente sale un señor de ya unos tantos años y simplemente le entrego el paquete sin decirle palabra alguna, el viejo hizó lo mismo, agarro el paquete y se metió para su casa. Meliodas vuelve nuevamente para avisar que el paquete fue entregado con éxito...